martes, 27 de marzo de 2012

CAPITULO 21

UNA PELI DE MIEDO...
Me encontraba sentada en el sofá  cuando vi al amor de mi vida bajando por las escaleras con un pijama enteru y el pelito todo mojado. ''Dios, que guapo está con el pelo mojado'' pensé.
-Oh, nachos, mis favoritos.
-No sabía que te gustaran, la pena es que quedan pocos pero los compartimos ¿no?
-Evidentemente...pichoncita.
-Me encanta lo de pichoncita eh.
-Y a mi...
-¿Que peli ponemos?
-Cualquiera, pero que sea de miedo.
-Pues...la de ''no tengas miedo a la oscuridad''.
-Si, no la he visto.
Harry se sentó a mi lado y me rodeó con su brazo al rededor del cuello a la vez que cogía nachos del cuenco que yo sostenía.
-Dios, vaya bichos mas feos...
-No ya, tienes miedo...
-Aún no, pero puedes abrazarme igual si tanta prisa tienes...
-Oh gracias...
Me abrazó con mucha fuerza, los nachos se terminaron, cosa que permitió que el me agarrara con los dos brazos.
La película se ponía interesante cuando vi a Harry quedarse dormido, bueno, casi...
-Harry, ¿quieres subir a la habitación?
-Cuando tu subas a la tuya yo subo a la mía, pero mientras prefiero estar aquí contigo.
Cuando acabó la película Harry ya estaba dormido por completo así que intenté no despertarle, pero no funcionó.
-¿Ya te vas?
-Si, ¿vienes?
-Voy, ¿por qué no me dejas dormir contigo?
-Harry...si te vas hoy para tu habitación mañana duermo contigo ¿vale? Es que es demasiado tentador dormir pegada a ti y...
-Te entiendo, no quieres que pase nada...
-Todavía.
-¿Prometido?
-Te lo juro.
-Ven aquí canija.
Me acerqué a el y recibí el mejor beso de buenas noches de toda mi vida.
-Buenas noches, te quiero.
-Pues ¿sabes que?
-¿Que?
-Yo no te quiero...yo te amo.
-Anda vete a dormir pitufín.-dije entre risas.
-Duerme bien.
-Lo haré.
Me adentré en mi habitación y me mentí en la fría cama que la ocupaba. Me sentía un poco sola la verdad, pero todavía era demasiado pronto como para que durmamos juntos...
Me dormí y tras mas o menos dos horas de sueño sentí que una cálida mano recorría mi frente.
No abrí los ojos, quería saber lo que decía si pensaba que yo estaba dormida.
-Eres preciosa...
Me besó la frente y sentí como abandonaba la habitación lentamente. Estaba de nuevo con la parte superior de su cuerpo descubierta, ya que se había desabrochado el pijama entero hasta la cintura.
Creo que me podría acostumbrar facilmente a vivir así durante siete días, un  mes, un año o todos los años de mi vida, que espero pasar a su lado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario