CAPITULO 48

TE LO RUEGO, LUNA
POV Louis

Necesito hablar con ella, necesito confesarselo, quería que todo saliera porque tenía que pasar, pero más rápido. Era tardey el momento perfecto para soltarlo todo. Todos dormian menos Harry, Paula, Luna y yo. Cuando ellos se fueron a 'dormir' Luna se quedó conmigo, apollada en mi brazo acostada en el sofá.

-Lu...
-Dime Lou.
-Tengo que pedirte algo.
-Lo que tu quieras boo-bear.
-Amoaver, ultimamente, no se decirlo, creo que ya somos mayorcitos...
-Louis...
-Ya, ya, no estás preparada.
-No es eso...bueno, algo es eso, pero lo cierto es que..bah, si es eso. Pero no te enfades.

-No, si yo te entiendo...

-Aish, ven aquí.
Giró la cabeza hacia atrás y le di un beso al revés. Se separó y se colocó en frente de mi.
-¿Podrás esperarme?
-Depende, te necesito Luna, necesito darte todo y que veas lo que te quiero.
-Yo tambien, pero no se, algo me aterroriza.
-¿Lo que?
-No lo se-empezó a caérsele una lágrima por la mejilla.
-No llores, la culpa es mía por sacar el tema.
-No, tienes razón,yo no te doy nada de lo que me pides, no es justo.
-Si me lo das, me das mas que eso pero quiero poder darte algo yo tamien.

-Es que...

-No pasa nada Lu, te esperaré hasta que tu quieras.

-Te prometo que será pronto.

Me besó con fuerza y yo me incorporé. Se tiró encima mia sin separarse nada de mi.

POV Luna

No estaba para nada segura de aquello, pero de lo que si que estaba segura era de que se lo debía por todo lo que había hecho por mi. Se separó para quiatase la camiseta pero se volvio a unir al instante. Poco despues, se volvio a separar.

-Luna, no te quiero presionar, si no quieres no...

POV Louis

No terminé la frase. Volvía a tener a sus labios que impedian que mis palabras se disipasen.

-Da igual Louis, tienes razon, ya somos mayorcitos, y te lo debo.

-Gracias, te prometo que no lo olvidarás.

-No olvido ni un solo segundo cerca de ti.

Sonreí, era feliz, libre, dueño de ella y ella de mi.

Supe que aquello jamás se me olvidaría, fue demasiado. La amaba con todo lo que se puede amar y más, cada caricia que ella me daba, hacía que se me revolviese el estómago, cada beso, cada abrazo, era especial.

-¿Te ha gustado?

-Ha sido perfecto, de verdad. Ya no podía esperar más, Louis, gracias por todo.

-Denada, yo también lo necesitaba.

-Lo se...

-¿Dormimos?

-Vale.

Así, a pelo, nos llegaba con el calor corporal que nos transmitíamos mutuamente

-Buenas noches osito.

-Ya lo han sido gracias a ti. Espero que se repita pronto.

-Se repitirá, te lo prometo.